miércoles, octubre 31

Los poderes curativos del flan

Desde la ventanilla de su nave, que ahora mismo se encuentra en la pista a punto del despegue (ruidazo de motores aeronáuticos), la Mujer Loba ondea la mano y dice: Good morning. Llegó vestida de calabaza, pero no importa.

Hay un pequeño brillo mañanero en este día de brujas, ya veremos lo que sucede más tarde.

Ñaca, ñaca.

martes, octubre 30

Aventuras del huevo bipolar y rebeldía de los personajes

Las emociones nos convierten en huevos.

Ahí está nuestro blanquillo (checar el término), en la orillita de la mesa, escribiendo a mitad del peligro. Los textos que resultan de tal malabarismo suelen ser buenos. El huevo se siente satisfecho mientras se balancea ante el abismo.

El problema es descuidarse, le digo, dejarse ir en caída libre hacia el piso de la cocina. Se rompe la cáscara y así, desparramado sobre los mosaicos, no se puede escribir nada.

Pobrecito huevo, dice el huevo, y prepara un vaso de chocomilk. Esa bebida, cualquiera lo sabe, te pone fuerte.

La otra solución es desintoxicarte, le digo, pasar el día entero comiendo melón o manzana, vestirte de blanco y meditar. Las emociones tóxicas salen a través del hígado, que las procesa y las elimina. Entonces los huevos se alivian hasta de la sinusitis y, como un milagro, les empieza a salir cáscara. Y al día siguiente regresan a la canasta.

Los huevos bipolares no son tan listos que digamos: tú, menos (eso lo dijo la Mujer Loba).

Qué metiche (lo digo yo) (¿quién es yo?).
Qué tonta (lo dice ella) (¿cuál ella?).

Basta (eso lo dijo el huevo desde la canasta de huevos de la cocina).

A la que escribe ya se le sublevaron los personajes y teme un motín. Está a punto de poner un punto final para solucionar el apuro.

¿Qué tal acudir a la técnica narrativa, resolver el problema con pequeñas dosis de gramatología, con alguna teoría estrafalaria sobre el discurso? (es de nuevo la Loba).

Punto.

domingo, octubre 28

Interpretación de los sueños (parte uno)

To O.D. and O.P., with love

No fui yo quien lo investigó, fue la Mujer Loba. Una vez que comprobara ella misma que los ensayistas no se inmiscuyen en los sueños eróticos de los poetas y/o cantantes, después de consultar en la wikipedia acerca de la falta de vitaminas de quienes olvidan todo (hasta los sueños), lamentándose de quienes prefieren comer empanadas a contar sus sueños porno, se metió a mi yo onírico (checar el término) y ratificó que el vestido de la vestida no era de seda, sino de tul, y que los gusanillos, en efecto, son unos inocentes animalitos a punto de merendarse el faro del comercio, el horno 3, el sistema patriarcal y el dichoso falogocentrismo.

A veces es muy inteligente la Mujer Loba.

sábado, octubre 27

Murakami y Gabriela Torres

Literespacio / Murakami y Gabriela Torres
Dulce María González
27 Oct. 07
EL NORTE


I. Soledad

Lo único positivo de la gripe es que a una no le queda más remedio que cancelar todo y tirarse en la cama a leer. Así me pasó esta semana. Entre la fiebre y el aturdimiento me leí de un tirón una novela de Murakami que tenía pendiente.

Pero meterse a la atmósfera desoladora de “Sputnik, mi amor” (Tusquets, 2000), no es tan buena medicina que digamos.

Como de costumbre en las historias de Murakami, un personaje desaparece. En este caso (en la mayoría de ellos es así), ocurre a causa de un amor capaz de “barrer el océano, arrasar sin misericordia las ruinas de Angkor Vat”, etcétera.

El caso es que Sumire, protagonista de la novela y poseedora de esa emoción “gloriosa, monumental”, se enamora de una mujer 17 años mayor que ella y, para colmo, casada. A su vez, el narrador está enamorado de Sumire. Y así al infinito.

La descripción que hace Peter Sloterdijk del hombre contemporáneo adquiere en “Sputnik…” su mejor ejemplo. El narrador, un “single” de nuestra era, es un profesor que vive cómodamente instalado en su departamento de Tokio y, en general, lleva una vida bastante cool.

Pero en lo privado experimenta situaciones imposibles (ama a Sumire y se acuesta sólo con mujeres casadas), de manera que consume sus emociones en sí mismo. Como si el amor, convertido en satélite, saliera de él sólo para dar una vuelta y regresar de nuevo a él mismo.

La imagen de Murakami en relación a sus personajes (todos solos de la misma manera) es la del legendario Sputnik. La perrita Laika viajando ahí dentro, encerrada en su cuerpo, observando por la ventana el cosmos desolador.

“Me encontraba en aquella pequeña isla desayunando con una hermosa mujer (…) Aquella mujer amaba a Sumire. Pero no podía sentir por ella deseo sexual. Sumire amaba a aquella mujer y, además, la deseaba. Yo amaba a Sumire y la deseaba. Sumire me quería, pero no me amaba ni me deseaba. Yo podía sentir deseo por otras mujeres sin nombre, pero no las amaba. Era todo muy complicado (…) Todas las cosas morían ahí, nadie podía ir a ninguna parte.”

El concepto de soledad presente en “Sputnik…” me recordó la imagen de los ángeles en la poesía de Reiner Maria Rilke: seres cuya luz no toca a nadie, sino que regresa siempre a ellos mismos y por eso brillan, refulgen. “Los ángeles son terribles”, dice el poeta. Yo pienso que, en realidad, son bastante desgraciados.

Nada como encontrar otro satélite a mitad del universo, inventar algún tipo de solidaridad. Pero ésa es otra novela.


II. Compañía

Si bien la gripe no acabó conmigo, la novela de Murakami casi lo logró. Bien lo dice el autor en la primera página: “Aquí empezó todo y aquí acabó (casi) todo”.

En un esfuerzo por tenerle fe a ese “casi”, apenas terminé la lectura llamé a un amigo para contarle un problema familiar que ni venía al caso. (Perrita Laika busca habitantes en el cosmos deshabitado, alguna otra cápsula viajando).

Y más tarde ese mismo “casi” me llevó a aterrizar, con todo y mi cápsula, en la presentación del libro de cuentos “Incompletario”, de Gabriela Torres Olivares. Se trata del segundo volumen del proyecto independiente Ediciones Intempestivas, comandado por Héctor Alvarado y Livier Fernández Topete.

Gaby es una de las escritoras jóvenes más talentosas de nuestra Ciudad y su trabajo no sólo me interesa, sino que además lo disfruto. Tiene una manera tan fresca de contar, tan suya, tan de imágenes locas y, sin embargo, efectivas, inteligentes, que en ocasiones temo decírselo. El viejo prejuicio de no hablar de una escritora joven que empieza por no confundirla. Pues ni modo.

Apenas compré el libro (el cual, por cierto, está a la venta en la librería de Conarte o en la dirección half.projects@gmail.com), me puse a ver las viñetas de Livier y leí la contraportada, consistente en un hermoso texto en el que a una mujer se le escapó el corazón del pecho y ahora ella intenta recuperarlo.

¿A quién se le ocurre decirlo así?, me pregunté. Damas y caballeros, con ustedes, Gabriela Torres Olivares:

“Dejo caer el hueco de mi pecho para insertarlo otra vez ¿Sabes algo? Somos un equipo, debes estar conmigo, nunca se ha visto a una mujer sin corazón –literalmente-. Interventriculares ríen. Se burlan (…) La glándula pituitaria lleva nostalgia: revolucionaria, secretea al encéfalo un posible divorcio.”

No, me digo, esto no es precisamente una novela de Murakami, aunque se parezca un poco (“casi”). Observo con detenimiento a los escritores jóvenes presentes, no les veo cara de andar metidos en sus cápsulas.

Ojalá nunca se conviertan en Laikas, pienso, y me acomodo para la lectura del nuevo libro de Gaby.

jueves, octubre 25

Lets talk

La Mujer Loba no te dejó dormir anoche. Te tenía muda, temerosa, el corazón acelerado con sus historias macabras.

De noche es fácil caer al precipicio, sentir que un caballo te galopa. Vas a la cocina y tomas agua y fumas. Te tranquilizas. Y al regresar a la cama, ruges.

Si amanece y sigues igual, con la Mujer Loba a tus espaldas, consulta el manual y córrela de tu casa. Un poco de sol ayuda. Encender una veladora en la cocina, pasear al perro, concentrarte en la lectura de esa novela medio idiota de Wei Hui.

¿Qué tal ponerte a trabajar? (la pregunta es de ella, de la Loba)

(¿quién te llamó?
¿a quién?
pos a ti)

Okey, basta.

miércoles, octubre 24

Dunder Mifflin

¿Cómo será ese mundo?, me pregunto, y descubro que escribí una novela completa imaginándolo (imaginándote). Una no debe escribir de lo que no conoce, dicen. Y sin embargo te conozco. ¿Será? Tantos años, tantas palabras enviadas al destinatario que lleva tu nombre.

Esperar una reacción, un reclamo. Dices bien. Esperar algo que nos salve de esa selva de papeles, escritorios, telefonazos. Entonces la oficina adquiere alma o, mejor dicho, corazón. Nunca he trabajado en una oficina, pero me encanta que la tuya haya adquirido un corazón. Ya sé, soy cursi.

El otoño nos vulnera, dices, nos convierte en niños. El otoño con su aire enrarecido justo al salir del trabajo. El otoño con su viento norte justo al norte de la mañana. El otoño con su espera y sus promesas. El otoño con su cielo nublado, con sus hojas cayendo como cartas a mitad de los pendientes del día.

Aquí estoy, en tu pantalla. Como siempre. Ni más acá ni más allá y sin embargo.

lunes, octubre 22

Pache y Moni...




se nos casan!

AQUÍ la nota.

Puro teatro

Acerca del mitin que se armó durante la presentación de la Poniatowska en la FIL, el problema que veo es que en esta fragmentación del país se pierde de vista la verdadera amenaza. Sin un análisis de fondo es fácil colocarse del lado de los “buenos” (cualquiera que sea éste). A los dirigentes de las grandes corporaciones financieras que manipulan al mundo (y, por supuesto, a nuestros gobernantes) este tipo de confrontaciones y de protestas light no sólo los tienen sin cuidado, sino que les sirven. Todo esto es un juego en el que quedamos atrapados, mientras los poderosos se comen al mundo.

No fui a ver a la Poniatowska, no tengo tiempo para ese teatro. Tampoco asistí a la presentación de Vargas Llosa, situada exactamente en el lado opuesto del espectáculo. De la Poniatowska entiendo que sostenga el personaje que viene interpretando desde el 68, ¿qué haría si no? No es tan inteligente como para situarse en el mundo contemporáneo. Pero que un intelectual como Vargas Llosa elogie las políticas del fascismo gringo y después venga a leer un refrito literario como si nada, eso sí me parece inaceptable. Bush puede declarar las aberraciones que quiera, lo dijo Subirats en su visita a la ciudad, y agregó: “para eso le pagan”. Pero Vargas Llosa…

Qué mundo!

viernes, octubre 19

Una tarde en el Paraíso

¿Cuál es el motivo de que una se sienta feliz entre libros?

Ayer fui de nuevo a la Feria, ahora con las chicas del taller de lecturas. Un escándalo. Seguramente los vendedores terminaron odiándonos. Los teníamos enloquecidos, buscando ejemplares en el sistema, en los estantes, por debajo de las mesas. Y a la hora de pagar, las pilas enormes (¿cuáles son los míos?), la confusión (préstamos y deudas entre las compradoras), las tarjetas que pasan y las que no pasan. Horas de caos, de plena felicidad.

Como nos veían gritar entre nosotras, tomar ejemplares y apretarlos contra el pecho para que no nos los ganaran, se nos fue juntando gente. "¿Este autor es bueno?", nos preguntaban. Y nosotras muy amables, asesorando a la concurrencia.

"En unos minutos va a presentar un libro la Poniatowska", nos avisó una señora. "¡No vayas!", gritó Ratón desde la caja y los vendedores se morían de risa.

Nos pusimos a criticar a la pobre de Elenita y la señora soltó el libro que pensaba comprar: "La piel del cielo", qué desperdicio.

Va un saludo desde aquí a las "máquinas de leer" y a la pintora Silvia Ordóñez, que me animó a comprar un ejemplar carísimo de Siri Hustvedt.

Posdata: ¿de qué voy a vivir el resto del mes? Cielos, cáspita.

jueves, octubre 18

Desaparecer

Ahí estoy, en la terraza del restaurante del horno 3, a mitad del Forum. Perdida en la boca del lobo, bebo un vodka. Son las ocho. “Todas las ciudades son hermosas de noche”, dices, y observo las luces de Monterrey en el horizonte. Son planetas extraños, puntos luminosos de un mundo aparte.

La gente avanza a nuestros pies como corriente de agua y un grupo toca cumbias. Es raro estar ahí tan alto, tan hondo el vacío, tan lejana la mujer que soy a tu lado. Soy otra, una desconocida cargando con su alma, un grano de polvo a punto de caer desde la terraza.

No soy nadie y quizá por eso me confundo a estas horas. Soy todo, soy parte del todo de esta ciudad a las ocho, soy la boca del lobo y me consumo, desaparezco. Paf. Adiós a la mujer que observaba los puntos luminosos.

miércoles, octubre 17

Y un mapa de la serie otra orilla

Al norte el viento, las mariposas del Gabo, el iceberg de Hemingway, el país de nieve de Kawabata y los esquimales. Al sur el agua, el líquido amniótico, las peceras en los consultorios, las sirenas de Ulises y la canción donde las recuerda Battiato. Al este el fuego, la zona de tolerancia, las novelas de la Yourcenar y el amor y los soldados. Al oeste la tierra, los centros comerciales, las películas de Hollywood, el cambio climático y todos los avances tecnológicos. Arriba el corazón del universo, el monolito de Kubrick, la música de Stravinsky y a lo mejor Dios. Abajo el corazón del planeta, el alma de los animales, las flores en los cementerios y las mañanas de lluvia de la Yoshimoto. Al centro mi casa y, si acercamos la toma, yo. Aquí, escribiendo. Qué cosa tan rara.

domingo, octubre 14

Instrucciones para orientarse en la web

Algunas de las frases con las que navegantes incautos han caído a este blog:

• motivos para asesinar
• tiendas esotéricas monterrey méxico
• diálogo de marcianos
• que dice dios de la rebeldía preadolescente
• cómo realizar un proyecto de políticas de gelatinas
• libro de mentes diabólicas
• leyendas terroríficas de monterrey
• los ácaros te pican mientras dormís
• motivos de halloween con personajes de disneylandia fondos de escritorio
• puff daddy y sus colonias

Posdata a las puertas del Paraíso

Gracias por el texto, querida Gaby.

Todos invitados

Presentación del poemario "Miércoles de ceniza", de Elvia Ardalani
Feria Internacional del Libro
Domingo 14 de octubre
2:00 pm
Sala G

Lectura de obra en "Días feriados, escritores de Nuevo León"
Feria Internacional del Libro
Miércoles 17 de octubre
7:00 pm
Sala H

sábado, octubre 13

Fuensanta

Literespacio / Fuensanta
Dulce María González
13 Oct. 07
EL NORTE

Para Genaro Saúl Reyes

"Pues sí", dijo Fuensanta Zertuche antes de dar un trago a su café, "soy todo un personaje". Ahí estábamos, desayunando a mitad de la semana del Encuentro de Escritores. Como si nuestra mesa fuera el ojo del huracán, un espacio de inmovilidad en el corazón de esta ciudad efervescente.

Y si no podía creer que la tuviera enfrente era quizá porque su personalidad y la seguridad con que habla de su vida y su trayectoria confirman de alguna manera lo que había escuchado de ella en la Facultad, o el respeto de actores y directores hacia su trabajo cuando, más adelante, me dio por investigar la historia de nuestro teatro.

¿De dónde salió esta regiomontana tan aguerrida, tan rebelde, tan dueña de su destino?, me preguntaba mientras ella me contaba que es abogada y que de bailarina de ballet pasó a actriz y vedette, que se fue a la Ciudad de México a principios de los 60 y ahora desea regresar a su tierra.

Hija del maestro Francisco Zertuche, Fuensanta, quien debe su nombre a la legendaria musa de López Velarde, nació entre libros, conoció de cerca a Diego Rivera y Octavio Paz, y recibió la influencia de una madre feminista y líder de izquierda.

De acuerdo con su propia narración autobiográfica, todo empezó cuando Luis Martín la invitó a participar en una obra de teatro en Monterrey. Se enamoró del escenario y ya no pudo dejarlo.

"Hay dos cosas en las que me pierdo y caigo hasta el fondo", dice, "los hombres y el teatro". Y se pone a contarme de esa pasión incontrolable que la llevó a las pantallas de cine, a los espectáculos de cabaret, y la mantuvo 20 años trabajando con Juan José Gurrola en el escenario.

Una anécdota interesante, a través de la cual se puede apreciar la rara mezcla de inteligencia y belleza que llevó a Fuensanta a avanzar en sus trayectorias como vedette y actriz profesional, es su encuentro con Eva Müller (famosa vedette fallecida en los 70) en los pasillos de una academia de baile.

En ropa interior y con aquellos cuerpazos, se detuvieron para saludarse. "Fuensanta, yo te admiro mucho", dijo Eva, y Fuensanta, de manera instintiva, observó su cuerpo y lo comparó con el de su compañera. "¿Por qué?", preguntó al fin. "Porque siempre traes un libro en la mano", respondió la Müller.

"Tengo mucho kilometraje", asegura Fuensanta en el café, orgullosa, antes de responder a mi pregunta sobre su participación en la legendaria cinta "Fando y Lis" (1969), de Alejandro Jodorowsky.

Entonces me cuenta lo que he leído en artículos y entrevistas, que fue su maestro de teatro por tres años, que un día la vio de arriba abajo y le preguntó: "¿te interesa actuar en una película?" Despacha el asunto con rapidez y mejor se pone a hablar del film que hizo aquí con Víctor Sacca en el 93. "Eso es más reciente", dice.

Pronto advierto que el trabajo que la marcó como actriz fue la obra "Roberta", dirigida por Juan José Gurrola y basada en una adaptación de Juan García Ponce de la novela de Pierre Klossowski. Se estrenó en La Casa del Lago en el 74, pero fue en París donde tuvo su mejor acogida, durante una temporada bastante larga en el 77.

"En Francia, llenábamos el teatro", dice, "yo me quedaba en bragas dentro de una caja de espejos, que habían diseñado Fiona Alexander y Alejandro Luna, y la gente tenía que asomarse a verme a través de unos orificios; pero se desesperaban y se ponían a trepar por la caja para verme desde arriba." Claro, comento, el asunto del voyeurismo en Klossowski, un erotismo en triángulo donde el observador es una especie de director de escena que lo controla todo a partir de su mirada.

"¿Les interesa aquí Klossowski?", pregunta asombrada, y en ese momento soy yo la que se asombra de su pregunta. Le comento que lo leí en la Facultad y que hace un par de años presentaron en Marco una serie de cortos de Pierre Coulibeuf basados en sus ideas estéticas. "Me estás hablando de otro Monterrey", dice.

"Esta ciudad es muchas ciudades a la vez", digo, "ya da para eso". Y enseguida, con honestidad: "Que no te sorprenda encontrarte de pronto a la ciudad asfixiante que dejaste, pero piensa que ahora hay otras opciones".

Cuando nos despedimos, agradecí en silencio a Magda García Quintanilla que me hubiera avisado que Fuensanta estaba en la Ciudad, a Óscar Montemayor por recordarme su trabajo y animarme a que me entrevistara con ella.

Quizá de verdad se arriesgue Fuensanta a regresar a su origen, lo cual significaría una buena noticia para el teatro de nuestra ciudad, para los actores regios en formación, para nuestro entorno literario y artístico ahora tan vibrante, tan lleno de energía, tan en el inicio de un nuevo ciclo.

viernes, octubre 12

Tres, dos: nueva trova regiomontana...

Próximos eventos de GERARDO TORRES en la ciudad.
Todos invitados

16 oct 2007 8:00 pm
Participando en el concierto de Alejandro Filio en el ITESM Monterrey, Nuevo León
18 oct 2007 8:30 pm
Cabaret. Forum de las Culturas. Monterrey, Nuevo León
19 oct 2007 6:00 pm
Evento Privado ARS MUSE San Perdo
8 nov 2007 9:30 pm
Las rolas de Joaquin Sabina en La Tumba Musicantro Cultubar Monterrey, Nuevo León
9 nov 2007 10:00 pm
Evento Privado ARS MUSE
22 nov 2007 9:30 pm
Las rolas de Silvio Rodrigez en La Tumba Musicantro Cultubar Monterrey, Nuevo León
23 nov 2007 10:00 pm
Festival de Trovadores. Abriendo el concierto de Fernando Delgadillo Monterrey, Nuevo León
24 nov 2007 10:00 pm
Festival de Trovadores. Abriendo el concierto de Fernando Delgadillo Monterrey, Nuevo León
6 dic 2007 9:30 pm
Festival de Trovadores, Gerardo Torres Monterrey, Nuevo León
8 dic 2007 9:00 pm
Forum de las Culturas. Abriendo el concierto de Eugenia León. Monterrey, Nuevo León

jueves, octubre 4

El regreso de la Mujer Loba

La Noctámbula regresó hace un par de días. No lo había documentado en un afán de ignorarla y procurar que desapareciera. Fue inútil. Ahora mismo está tirada en mi cama, leyendo mi libro de John Irving. Finge ser ella quien me ignora. ¿Quién es quién?, se pregunta la que escribe y la loba bosteza, muestra los colmillos.

Tiene ganas de sangre, lo sé, pero conozco su letargo. Mañana temprano, después de verme dormir toda la noche mientras navega entre los blogs en busca de víctimas, tomará un clamato y se conformará. “Qué fastidio”, escribo, escribe ella, escribe la que escribe.

miércoles, octubre 3

Tres añitos en el planeta


Ayer cumplió años Miki, el bebé de la casa, mejor conocido como “la rata asquerosa” o “la bolita caliente”.

Es el único perro que conozco a quien le gusta el sushi y que sabe decir “I love you” por medio de aullidos. También es el perro más fotografiado del planeta, ya que la pequeña Majo, curiosa niña que anda por la vida con la cámara en la mano desde que me acuerdo (la foto de arriba es de ella), lo agarró de modelo desde el momento en que pisó esta casa.

Larga vida al mal-llamado animal.

lunes, octubre 1

Luz

"Estás dando la espalda al sol", dijo, y al volverme advertí que en ese momento el sol descendía detrás de las montañas. "A esto vinimos", y levantó la mano para observar la luz del atardecer en su palma. Ante nosotros se extendía el paisaje amplio, pleno; el camino al desierto ondulaba a nuestros pies. Estábamos tan lejos de las cosas...