A arañazo limpio intentó impedir La Noctámbula que publicara yo este poema que envió para ella el querido Quién Sabe Quién, alias "El Anónimo". Muchos tenquius al tal personaje. Va:
Como buzón de casa abandonada
de alcohólicos y anónimos prohibidos
donde en silencio dos desconocidos
se arroban con café de madrugada
Sin código que viole tu morada
Sin nada que confunda a los sentidos
Sin hallarnos ni darnos por perdidos
Sin palpar, sin que medie la mirada
Te escribo con la voz casi encogida
por pena de abordarte sin mesura
jugando a que me escondo en una arroba.
Perdón por verte así, desprotegida,
ajena a tu vestido o tu armadura,
desnuda a mis palabras, Mujer Loba.