sábado, junio 16

Listo

Terminé de leer una novela profunda, emocionante, a un lado de la estufa. Eso sólo nos pasa a las mujeres. Ah, el mar, el mar.

El desayuno me supo a vacío: aunque ya no me desvelaré tanto, voy a extrañar a los personajes.

Hay también un sentimiento de paz. Las novelas de la Murdoch son así: golpes al centro del espíritu.

Me dispongo a regresar al mundo.

2 comentarios:

Magda Díaz Morales dijo...

¡Este blog me gusta mucho más, Dulce! Aunque lo principal es quien escribe, por supuesto, pero este blog está precioso. Enhorabuena.

Dulce M González dijo...

Gracias, Magda, mira que tenías razón: no hay nada como blogger. Un abrazo.