lunes, febrero 28

Lunes

La Mujer Loba me observa mientras parto la cebolla. El sol entra por la ventana, ilumina los pequeños quehaceres cotidianos y quizá por eso ella sonríe, feliz por sus aventuras de anoche, el desvelo, las horas noctámbulas en internet. Por la mañana leyó una carta hermosa y eso le permite entender que también esto puede ser reconfortante. “Es el mundo”, me dice, “¿te das cuenta?”

A mediodía es la transparencia del sol en las plantas.