martes, agosto 15

Los límites de la interpretación

¿Cuáles son entonces las fronteras que permiten que un texto nos diga algo? Una de ellas es el contexto. En la descripción objetiva de una calle, por ejemplo, lo más seguro es que la palabra "tráfico" se refiera a los carros y no a las influencias políticas o al narco. He ahí una frontera semántica.
En una de las generaciones del Centro de Escritores con las que me tocó trabajar, los becarios se pusieron a crear sus propios términos, de manera que en el contexto del taller, "luisaguilarear", por ejemplo, significaba complicar la estructura de las frases, ya que uno de los becarios, mi querido Luis Aguilar, suele escribir así. Fuera del contexto de esa generación de becarios, el término no significaba nada.
Por cierto que, cuando alguien se salía de contexto en su escrito, los demás lo señalaban con el término: "tirar pal monte".
El caso es que moverse dentro de ciertos límites o reglas es uno de los retos de la creación artística. Curiosamente, el segnificado se abre a lo universal, a lo amplio y válido para una gran mayoría, cuando logramos profundizar en lo personal, en lo local.
Bueno, ya.
Bye.

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