jueves, junio 14

Todos me abandonan

Pues nada, que José Luis Molina se nos fue a sembrar frijol (o a oreñar vacas, no estoy segura) a un pueblito del Estado de México donde, según se ve en el google maps, no hay nada. Pues que le aproveche. Por su parte, Óscar corrió tras un nuevo amor al De Efe y amenaza con que el romance va para largo. Resultado: mientras nuestro par se divierte en lejanos páramos, aquí trabajamos como negros en la publicación. Así es la injusticia.

La que escribe se va, pero sólo a su cama.
Ciao, ce vediamo,

2 comentarios:

Óscar David López dijo...

sin inmediatez no hay flor, sin dureza no hay mariposa, sin ésto que me atraviesa no sería yo...


besos,

Òudi-Ló

Dulce M González dijo...

Ah, el amor. Qué envidia...