Mitad loba, mitad mujer, la wannabe noctámbula fue sorprendida
por la alarma a las 6 y media horas esta mañana. Se miró la cara en el espejo y
se preguntó: ¿qué hago? El café, esa poción alivianante, terminó el proceso de
transformarla. Después de ponerse su traje de humana enteramente normal, salió
a la calle.
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