martes, julio 19

A sacar el paraguas

Mañana martes por la noche Emily tocará tierra en Tamaulipas, a poco menos de 200 kilómetros de esta ciudad. Viene la lluvia en serio. Una de las características de Monterrey es la ausencia de drenaje pluvial, la otra es poseer un impresionante cinturón de miseria, conformado por cientos de miles de desprotegidos.
La Mujer Loba no puede dormir nadamás de imaginar las inundaciones, los deslaves en las montañas; camina sin cesar, de un lado a otro de la casa, fumando y con el salvavidas puesto.
¿Por qué no se ha construido un sistema hidráulico en la ciudad? La respuesta es obvia: se trata de una obra de infraestructura sumamente cara, nada vistosa y absolutamente alejada de la sensibilidad ornamental de nuestros gobernantes. El drenaje pluvial no es redituable desde el punto de vista electoral. En cambio tenemos el consabido espectáculo que despliegan los de Protección Civil, instalando albergues y ayudando a los damnificados, lo cual es mucho más valioso en términos, digamos, publicitarios.