A punto de partir para ser testigo de cómo su mamá, su tía Nelly y su tío Martín se embriagan viendo el juego en un billar al que la pequeña futura poeta y/o psicoanalista asistirá de colada, con el fin de acumular exeriencias de vida que posteriormente, acaso, traducirá a palabras (Kavafis dixit).
Ah, la vida, la poesía, el ron, el mundial.
2 comentarios:
Jajajaja, no llevaste al tío Óudiló. :(
Besos,
Óudiló.
Tu ángel de la guarda es muy efectivo, te ahorró la cruda =P
Publicar un comentario