martes, julio 25

Humilde comentario de "la que escribe"

Debo agradecer a Eliot sus exigencias. Que alguien te lea y se interese en que lo leas es ya una suerte. Que sea posible una reflexión en común, a partir de un tema y a través del diálogo, es ya un milagro.
Los ensayos de Eliot demandan realizar un gran esfuerzo. En primer lugar, por su complejidad (siempre interesante), pero sobre todo por el hecho de que yo no soy filósofa (aunque sí una fan del pensamiento y las ideas). Si a eso agregamos que los textos están escritos en inglés, la lectura se convierte en un reto y quizá por ello resulta doblemente enriquecedora.
Casualmente, el ensayo que me acaba de enviar es sobre la lectura y consiste, justamente, en una lectura filosófica de “If on a Winter’s Night a Traveler”, de Calvino. Como, también casualmente, estoy escribiendo un texto basado en la lectura de ciertos hechos de mi vida y sus personajes, una especie de ejercicio en el cual pongo estos elementos personales en la mesa y enseguida los leo como si en realidad hiciera la lectura del Tarot, me gustaría hacer un comentario basado en mi experiencia de lectura-escritura del momento.
Cuando E habla, entre otras cosas, de la experiencia de la ficción en la novela de Calvino, coloca al lector como un testigo invisible hacia el cual la narrativa está dirigida. Este lector también es testigo de las oscilaciones entre personaje y personaje (recordemos que en esta novela los personajes narran historias), entre narrador y personaje, lector y personaje y, finalmente, en otro nivel, entre lector y autor.
Mi comentario al respecto es que la relación entre autor y lector, además de las complejidades que señala E, todos esos niveles entre personajes, narradores, lector, etc., presenta una complejidad más: la de las constantes lecturas que hace el yo que escribe acerca de su propio material de escritura, y el diálogo que se establece entre el yo narrador y el yo que escribe, dinámicas que difícilmente podría yo identificar con el término “autor”. O sea: me parece que hablar de un “autor” es complicado. Mi experiencia de escritura es la de constantes desdoblamientos entre el yo que escribe, el que habla en el texto y las lecturas que realizan constantemente ambos, en diálogo, en relación al acto de escritura y al texto mismo. En fin, es sólo un comentario, no soy filósofa.

Posdata para E: Me encantó lo que citas del estudio de Klossowski sobre Nietzsche, cuando define el simulacro como “la reproducción voluntaria de fantasmas involuntarios”. ¿Con qué mejores palabras podría alguien referirse al acto de escritura?, me pregunto.
Excelente ensayo, dear Eliot.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Dulce, muchísimas gracias por tu amable y generoso comentario. Creo que es muy correcto lo que señalas: “autor” es una noción que simplifica la necesaria multiplicación y disolución del agente pensante que cree auto-intuirse como ‘identidad’. Mantuve deliberadamente este fantasma de la literatura, aquello que algunos creen ser, porque quise ser indirectamente fiel a Calvino mismo, que utiliza este término en su metalenguaje, aunque seguramente con alguna oculta ironía. “Oculto” me es el flujo verdadero del lenguaje de la teoría literaria, la cual en realidad conozco poco, aunque soy, y mi vez, un fan de ella, desde mí rincón y mi atributo; y entonces me refugio en la filosofía y lo filosófico. Pero sabía, con gusto, que tú captarías –conceptuarías- muy claramente estos agujeros en mi precisión, y en realidad deseaba ser corregido por lo menos en algún punto u otro, por una conocedora Dulce María. Me concediste este gusto, Dulce, con todo el espíritu de la amistad, aquél permite a otros la manutención de sus ilusiones y sus simples placeres. Pero en tus observaciones, en tus atenciones y caracterizaciones, me das honor. Sí, realmente es un honor ser leído por ti, en este asunto que no es mío, sino tuyo: pues tú eres la que escribe, tuya es la literatura, y te entregué mi regalo humilde, a sabiendas de que era una experta quien recibiría mi tentativo argumento.

Mi alma está agradecida contigo, Dulce… te juro que sonreí mucho, y me haces sentirme muy halagado por tu mirada.

Un abrazo para ti.

Eliot

Anónimo dijo...

El estudio de Klossowski sobre Nietzsche es un estupendo ensayo. Por cierto, García Ponce tiene muchos estudios sobre Klossowski y sobre este libro, estupendos ensayos también.

Y de acuerdo contigo querida Dulce, que alguien te lea, se asome aunque sea de vez en cuando a tu blog, y se interese en que lo leas es ya una suerte, una gran suerte.

Un abrazo para ti.

Magda

Dulce M González dijo...

Hola, Magda: Oye, sí, he leído algo de lo que García Ponce escribió sobre Klossowski, me encanta, era muy lúcido ese hombre. Lo que no he leído es lo que escribió sobre este libro, lo buscaré. Tampoco he leído lo que Klossowski escribió sobre Nietzsche. Como dice una amiga: la vida es pequeña y las bibliotecas demasiado grandes. Gracias por venir.