domingo, enero 21

Happy B-Day

Y Mevlâna fue a Damasco y comenzó a buscar a su amado por las calles de la ciudad. Fue a cada calle y a cada casa, miró en cada taberna, en cada rincón, debajo de cada piedra, preguntó uno por uno a los viejos amigos de su amado, a los conocidos comunes, comprobó uno por uno los lugares que tanto le gustaban, las mezquitas, los monasterios, todo. De tal manera, después de un tiempo, buscar se convirtió en algo más importante que encontrar. En este punto de la columna el lector se encontraba en medio de los humos de opio, las aguas de rosas y los murciélagos de un universo místico y panteista donde lo buscado y el buscador habían cambiado respectivamente de lugar, donde lo importante no era encontrar sino caminar hacia el objetivo, ni tampoco el amado desaparecido, sino el amor.
Orhan Pamuk

4 comentarios:

Pater Noster dijo...

todo un preámbulo a un viaje fascinante...

por demas, interesante... saludos desde la peninsula yucaterka

Dulce M González dijo...

Hola, Pater, vengo regresando de tu blog. Puro rollo demoniaco y roquero. Interesante... Saludos y gracias por la visita.

Anónimo dijo...

Pamuk es un excelente escritor cuya obra apenas he inciado y es notable. Este fragmento que nos compartes es muy bonito.

Muchos saludos, Dulce.

Dulce M González dijo...

Hola, Magda: Gracias por venir. Saludos desde Monterrey.