lunes, junio 11

Ajum

Comer, dormir, regar las plantas.

Sumergirse en una mesa de trabajo donde cabe el mundo, el propio, la esfera de cristal.

Las diferentes realidades se confunden y fusionan ante una taza de café, con el aire acondicionado encendido mientras afuera hierven las calles.

Como cuando Nancy se pregunta: "¿Quién me lo comentó hace poco?" (entra en pausa para hacer memoria) "Ah, claro", dice al fin, "fue Sócrates". La voz de los libros se le confunde con la gente. Los vivos con los muertos. Todo eso junto en el café de los lunes.

¿El Devenir de lo Virutal y la repentina Actualización, señor Deleuze? Acaso.

Hoy mi perro está contento. Navegamos juntos en nuestro barco, entre los árboles del parque a través de la ventana. Nos mecemos sobre esas aguas, como de costumbre.

Qué cálido.

La que escribe ha entrado a casa (esta página) y dice lo siguiente: la que escribe está escribiendo (ahora mismo, se entiende). Y así.


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