domingo, octubre 28

Interpretación de los sueños (parte uno)

To O.D. and O.P., with love

No fui yo quien lo investigó, fue la Mujer Loba. Una vez que comprobara ella misma que los ensayistas no se inmiscuyen en los sueños eróticos de los poetas y/o cantantes, después de consultar en la wikipedia acerca de la falta de vitaminas de quienes olvidan todo (hasta los sueños), lamentándose de quienes prefieren comer empanadas a contar sus sueños porno, se metió a mi yo onírico (checar el término) y ratificó que el vestido de la vestida no era de seda, sino de tul, y que los gusanillos, en efecto, son unos inocentes animalitos a punto de merendarse el faro del comercio, el horno 3, el sistema patriarcal y el dichoso falogocentrismo.

A veces es muy inteligente la Mujer Loba.