jueves, octubre 25

Lets talk

La Mujer Loba no te dejó dormir anoche. Te tenía muda, temerosa, el corazón acelerado con sus historias macabras.

De noche es fácil caer al precipicio, sentir que un caballo te galopa. Vas a la cocina y tomas agua y fumas. Te tranquilizas. Y al regresar a la cama, ruges.

Si amanece y sigues igual, con la Mujer Loba a tus espaldas, consulta el manual y córrela de tu casa. Un poco de sol ayuda. Encender una veladora en la cocina, pasear al perro, concentrarte en la lectura de esa novela medio idiota de Wei Hui.

¿Qué tal ponerte a trabajar? (la pregunta es de ella, de la Loba)

(¿quién te llamó?
¿a quién?
pos a ti)

Okey, basta.